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¿Glifo qué? Sí, glifosato. ¿Y eso qué es? El glifosato es un herbicida que se usa en el campo, es decir un producto fitosanitario (o agroquímico) que sirve para combatir una maleza que pueda atacar un cultivo. Proteger al cultivo es importante porque si este es invadido por malezas no tendremos su fruto, que es nuestro alimento, con el cual cocinamos y el que llevamos a la mesa.

Pero entonces, ¿se debe aplicar glifosato a todas las plantas para que crezcan sanas? No, ¡claro que no! El glifosato debe ser aplicado únicamente si existe una plaga que ponga en peligro al cultivo, en su dosis necesaria y bajo la recomendación y supervisión de un profesional de la actividad agropecuaria matriculado. Existen muchas especificaciones que se deben seguir para poder utilizar este y otros agroquímicos (desde chequear las condiciones ambientales, ponerse la protección adecuada, hasta calibrar correctamente la máquina y las herramientas con las que se cuenta).

Como cualquier otro producto químico, el glifosato no es inocuo, y esto significa que su manipulación y uso deben ser muy cuidados. Si se cumplen todos los requisitos para un uso responsable, es decir si se cumplen las buenas prácticas, podemos minimizar los riesgos.

En Argentina es el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) quien regula y lleva adelante el proceso de registro de los productos para la protección de cultivos. Esto significa que solo se pueden usar los agroquímicos que el SENASA ya aprobó, sin excepción. El glifosato, al igual que los más de 450 principios activos registrados en nuestro país, pasó por varias etapas de evaluación y estudio hasta llegar a ser habilitado para su uso.

El marco legal que rige el proceso de registro es la Resolución SAGPyA 350/1999, que está basada en el manual de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) sobre desarrollo y uso de las especificaciones en productos para la protección de cultivos.

Pero, hablamos de proceso de registro. Sí, porque lo que se lleva adelante es un procedimiento que conlleva varias etapas y años de trabajo hasta llegar a la aprobación. Desde el SENASA, se evalúan datos científicos para garantizar que el producto sea eficaz y no implique riesgos para la salud y ambiente, aplicado correctamente. Además se hacen ensayos en laboratorio, que siguen guías y parámetros internacionales, y ensayos a campo.

Con esto, concluimos que el glifosato es un pilar importante en la actividad agropecuaria, porque, cuando se usa correctamente, permite la producción de alimentos sanos y no genera daños a la salud de los seres humanos ni al medio ambiente.