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Ernesto Ambrosetti:
«La Ley de Envases Fitosanitarios abre un nuevo camino hacia un agro más responsable y sostenible»

En un país agrícola como la Argentina, la decisión de producir en forma limpia ya forma parte del ADN de los actores del sistema productivo argentino. Desde diversas instituciones se hace mucho para crear conciencia, capacitar y elevar los estándares de la producción rural.

Nacida en 2016, la Fundación CampoLimpio se creó con el objetivo de gestionar el sistema de recepción y transformación de envases vacíos de productos fitosanitarios contemplado en la ley 27.279, de presupuestos mínimos de protección ambiental. Sus socios fundadores fueron Dow AgroSciences (hoy Corteva), Rizobacter y Rotam, a los cuales hoy se suman varias empresas, que se unieron para trabajar sobre esta problemática.

Campolimpio estrena director. Que podrá ser nuevo en la fundación, pero jamás en el sector rural: Se trata del respetado y querido Ernesto Ambrosetti, un prestigioso profesional agropecuario que dirigió por más de dos décadas el centro de estudios económicos de la Sociedad Rural Argentina. Sólo en el último año, coordinó el Fondo Fiduciario Nacional del Ministerio de Agroindustria, donde administró recursos para las economías regionales, en articulación con autoridades oficiales de las Provincias, la Nación y el sector privado.

Ambrosetti también fue asesor económico de Confederaciones Rurales Argentinas, miembro CREA y productor agropecuario. Sabe muy bien de qué se trata, y habla con naturalidad: “Nuestro objetivo es gestionar el sistema de recepción y transformación de envases vacíos de productos fitosanitarios contemplado en esta ley. Al mismo tiempo, implementaremos un asesoramiento integral a los productores en relación con esta temática, que los alentará a cumplir y promover las buenas prácticas”, nos cuenta.

¿Cree que los agricultores están comprometidos con el manejo de productos fitosanitarios y con las buenas prácticas agrícolas?

– Debemos seguir trabajando para generar aún más conciencia. La nueva ley es una gran oportunidad para las BPA. Es fundamental para avanzar rápidamente en la instrumentación de un sistema de gestión de envases, del cual todos formamos parte. No obstante, Argentina está muy bien en comparación con otros países, lo que no significa que no tengamos que continuar y profundizar en el cuidado ambiental y la aplicación de las BPA.

Mucha gente que no está familiarizada con el tema es prejuiciosa sobre la sustentabilidad del agro.

– Mire, en materia ambiental, la tecnología de siembra directa posiciona a la Argentina como líder en la aplicación de un sistema más amigable con las personas y con el ambiente. En aplicación de Buenas Prácticas se está trabajando en las herramientas y la capacitación para seguir mejorando en la aplicación. La norma IRAM 14130 es un instrumento fundamental para la implementación y control de las BPA, pero sobre todo, tenemos un gran desafío por delante desde Campolimpio en la difusión del lavado de envases.

¿Cuál es el plan de trabajo para difundir la sustentabilidad agrícola?

– Es un trabajo de toda la cadena. Hoy CampoLimpio debe concentrarse en trabajar codo a codo con todos los actores involucrados para asegurar un sistema operativo exitoso y aportar desde nuestro lugar a la sustentabilidad agrícola. Pero nuestra próxima meta a cumplir es compartida. Todos los actores de la cadena deben cumplir con la ley de envases. Nuestro principal enfoque será asesorarlos y trabajar con ellos, para que cada uno en su rol realice su trabajo de manera responsable.

¿Y eso cómo se logra?

– El productor, por ejemplo, tiene que hacer un cambio de paradigma respecto de qué hacer con los envases vacíos y cambiar su comportamiento, que implica llevar los envases desde su campo a los centros de acopio. Para eso, los lugares de recepción deben estar lo más cercanos posibles del establecimiento del productor. Para que el sistema sea funcional, deben estar incluidas todas las partes. En esta fase de recuperación es clave el rol del distribuidor.

Eso involucrará mucho trabajo por parte de CampoLimpio.

– Sí, CampoLimpio trabajará en la sinergia público-privada que promueva las BPA, la concientización y el asesoramiento a ambas partes. Enfrentamos el desafío de establecer un sistema operativo que coordine los distintos actores de la cadena de comercialización de Fitosanitarios en un país muy extenso. Seremos los encargados de la recuperación de envases y de la construcción de centros de acopio, tareas que están contempladas en la ley 27.279. A su vez, nos ocuparemos de la capacitación y del asesoramiento integral a los productores y aplicadores en esta problemática. De esta forma, unimos a ambas partes para trabajar de manera integrada.

Cansa el sólo pensarlo. Será un gran esfuerzo, porque esto recién empieza.

– Queda un largo trayecto por recorrer. Pero la Ley de Envases de Fitosanitarios abre un nuevo camino hacia un agro más responsable y sostenible, y creo que cada vez son más los productores que se rigen por las buenas prácticas agrícolas y trabajan para cuidar a las personas y al ambiente brindando una mayor sustentabilidad social, económica y ambiental.