Honrar la historia

Jorge Parizzia,
Presidente de CASAFE

CASAFE fue creada en 1949 con el objetivo de representar a las empresas líderes en producción de tecnología para la protección de cultivos. Desde aquel entonces, los años fueron testigos del desarrollo y la innovación permanente de la actividad, con el aporte de productos para la protección de cultivos cada vez más efectivos y amigables con el ambiente.

Mirando en retrospectiva esta evolución, posible gracias al esfuerzo y la inversión de las empresas del sector, entendemos que la mejor forma de festejar nuestro 65º aniversario es seguir trabajando, cada vez con más empeño.

2014 comenzó con un recambio en el ministerio de Agricultura de la Nación que dota a la cartera de un perfil técnico sólido y con experiencia.

Así se desprende de la trayectoria del ministro Carlos Casamiquela, con quien encaramos proyectos en conjunto desde hace más de diez años, cuando era vicepresidente del SENASA.

En enero tuvimos los primeros contactos con él y su gabinete, donde nos manifestó la intensión de continuar el trabajo iniciado por gestiones anteriores en temas claves para la producción agrícola.

Entre ellos se destacan las labores de la mesa interinstitucional que estableció las recomendaciones sobre las distancias de aplicación de productos para la protección de cultivos; la confección de un decreto que establezca la obligatoriedad del triple lavado y perforado de los envases usados en todo el país -una medida que fortalecerá la logística del programa Agrolimpio-; y la interacción con la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados para impulsar la Ley Nacional de Productos Fitosanitarios.

Además, Casamiquela se comprometió a convocar a CASAFE al relanzamiento del Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) con la meta de alcanzar las 115 millones de toneladas de granos en este año.

En ese sentido, cabe destacar que las empresas de insumos agrícolas tenemos la posibilidad de brindar en lo inmediato la tecnología necesaria para cumplir ese objetivo.

En cuanto a las distancias de aplicación, desde CASAFE queremos desterrar el temor con conocimiento.

Es por eso que estamos organizando demostraciones a campo en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, para que legisladores y concejales comprueben que las recomendaciones que se consensuaron el año pasado y quedaron plasmadas en un papel, tienen aplicación en la práctica.

También seguiremos trabajando con la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), con la que participaremos del tradicional congreso de AAPRESID así como en el Coloquio de IDEA. En tanto, como es habitual, seremos parte de la reunión anual de CropLife Latin America.

Por último, se ampliarán las capacitaciones con el objetivo de llegar a 16.000 personas en todo el país entre productores, aplicadores y público en general, para concientizar sobre el correcto uso de productos para la protección de cultivos, las Buenas Prácticas de Aplicación, la prevención de intoxicaciones y el triple lavado de los envases.

Trabajamos para que nuestro país pueda estar dentro de las principales potencias a nivel mundial, para dar alimento a la Argentina y a todo el mundo, generando captura de valor como país exportador.

En los 65 años de CASAFE, nuestro compromiso es redoblar el esfuerzo y trabajar cada día más con la mirada puesta en el equilibrio entre productividad, ambiente y desarrollo integral sustentable; sin dudas, la mejor forma de honrar nuestra historia.



 
A cambiar el temor por el conocimiento

Profesora Asoc. Departamento Protecc. Vegetal
Facultad de Cs. Agropecuarias, UNC

Los cuestionamientos al uso de productos para la protección de cultivos en comunidades históricamente relacionadas con la agricultura obligan a afianzar la relación entre el sector productivo y la sociedad.

El debate amplio sobre el aporte de los fitosanitarios a la eficiencia productiva y la calidad de los alimentos, y su impacto en el ambiente y la población, es una de las cuentas pendientes de la Argentina.

"El manejo de las plagas no es un capricho, su fundamento principal es la conservación de la calidad de los alimentos, el segundo objetivo es el de los rendimientos", afirmó Alicia Cavallo, del Departamento Protección Vegetal, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba.

Y agregó que "uno de los métodos más eficientes para llevarlo adelante es el uso de productos para la protección de cultivos específicos y aplicados correctamente".

En tanto, resaltó que "no usar ningún tipo de control puede llevar a la pérdida total del cultivo o problemas en la calidad" de graves consecuencias para el consumo humano.

 

Como ejemplo, Cavallo señaló los "hongos como el fusarium que puede quedar en la semilla del maíz, es tóxico por si mismo y cancerígeno".

EL IMPACTO AMBIENTAL

Para la especialista, los primeros plaguicidas sintéticos ingresados al país a partir de la segunda guerra mundial y los que hoy se emplean en la agricultura son "prácticamente el día y la noche. Además, la mayoría de los que se utilizan en forma masiva son productos cuya clase toxicológica mejora día a día".

En su visión, la polémica por el uso de los productos para la protección de cultivos proviene de "personas que no son especialistas en la materia y construyen teorías alejadas de lo científico, muchas veces influidas por posiciones ideológicas que terminan demonizando el tema".

A esto se suma el descreimiento de los estamentos públicos. "Si no le creemos a los organismos de control, a los organismos internacionales, a la Organización Mundial de la Salud ni a la FAO, la situación se vuelve anárquica porque no se reconoce ningún tipo de autoridad", razonó Cavallo.

Esto lleva a "la creencia de que todo lo químico es tóxico y todo lo natural es santo. Esa dicotomía asusta a la gente y ahí se crea el movimiento anti fitosanitarios, que es lo grave", afirmó.

Como contrapartida, propone cambiar el temor por conocimiento. Por ejemplo, algunos herbicidas que se aplican al suelo corren peligro de llegar a las napas superficiales si se aplican en dosis muy altas, tal como ocurrió con la atrazina en Europas donde los inconvenientes se debieron a las exageraras dosis que aplicaban en suelos no aptos para soportarlas".

Entonces, el producto percolaba en el suelo y se dirigía a las napas, en algunos casos muy superficiales.

"Pero si se aplica con la dosis correcta y en la forma que se debe aplicar no debería haber inconvenientes.

Con respecto a las responsabilidades, Cavallo subrayó la necesidad de que las aplicaciones de fitosanitarios sean supervisadas por profesionales. "Un plaguicida no puede ser aplicado por cualquiera. Para eso están los ingenieros agrónomos que estudian toda una carrera para hacerse cargo. La profesionalización de las actividades relacionadas con los fitosanitarios es fundamental", aseveró.

HACERSE CARGO

Además, la ausencia de un marco legal a nivel nacional lleva a la disparidad de criterios, desorden y la falta de control en muchos distritos. "Acá en Córdoba está la Ley (Nro. 9.164/04) y hay muchos inspectores en los campos. Se exige la receta agronómica para la aplicación de fitosanitarios, se aplican sanciones y se secuestran máquinas si no cuentan con la habilitación del operario y de las mismas pulverizadoras", destacó Cavallo. De todos modos, "no se pueden emplear productos de categoría I y II a menos de 500 metros de los centros poblados, eso es una restricción muy alta", analizó, resaltando que "quedan muy pocos productos que si se pueden utilizar en las zonas aledañas a los pueblos" en ese radio.

En cuanto al temor de las comunidades, Cavallo entiende que "si la gente está informada de lo que va a pasar, no tiene miedo". En ese sentido, destacó que las empresas deben afianzar la relación con la sociedad, desde las universidades y colegios agrotécnicos hasta las poblaciones rurales. "Si las personas estuvieran bien informadas, si supieran bien de que se tratan los productos para la protección de cultivos, aceptarían mucho más su uso", finalizó.

 
Fuerte apuesta a la capacitación

Tras el éxito del año pasado, CASAFE inicia el ciclo de formación 2014 con el objetivo de llegar a 16.000 personas en todo el país. El acercamiento al público general.

Luego de un excelente ciclo de capacitación 2013, CASAFE ampliará la llegada este año con el objetivo de alcanzar cada vez a más productores, aplicadores y público general.

Los contenidos apuntan a formar y concientizar sobre el correcto uso de los productos para protección de cultivos, las Buenas Prácticas de Aplicación, la prevención de intoxicaciones y el triple lavado o lavado a presión de envases de plástico rígido de productos fitosanitarios.

En ese sentido, cobraron relevancia los conceptos del programa Agrolimpio, buscando fortalecer la dinámica del reciclado de envases en las diferentes regiones productoras. Sin embargo, también se introducen nociones de toxicología para una mayor conciencia en el manejo de los productos y se detalla el funcionamiento del programa Depósito OK, entre otras temáticas.

El año pasado se realizaron 138 encuentros donde se capacitó alrededor de 13.000 personas. El 60% de los mismos se concretó en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

No obstante, tampoco se descuidaron zonas de intensivo uso de productos fitosanitarios como el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, donde la fruticultura demanda un alto número de trabajadores y, mayormente, se realizan aplicaciones manuales.

En cuanto a la organización y dictado de las charlas, el 45% se llevó adelante en colaboración con gobiernos provinciales y locales; el 34% con instituciones sectoriales; el 10% con empresas privadas y el 9% con establecimientos educativos.

En tanto, mientras que el 58% de los asistentes fueron productores, aplicadores e ingenieros agrónomos, el 19% eran funcionarios y el 8% público general, un segmento que se apunta a incrementar en este año.

Es por eso que en 2014 se prevé la concreción de 200 encuentros, llegando a 16.000 personas capacitadas, con foco en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, aunque sin descuidar la presencia en otros distritos de importancia para la producción agropecuaria nacional.

Los invitamos a sumarse.

INFORMES:
4893-7772/3

O ENVIANDO UN MAIL A: capacitaciones@casafe.org

 
 
Pastos bien protegidos, mayor productividad

Cuando se implanta una pastura, el objetivo es maximizar su aprovechamiento por los siguientes cuatro años y los insectos resultan una amenaza para lograrlo. Cómo estar atentos para combatirlos.

Por Federico Elorza,
Coordinador Técnico de Casafe


La rápida y eficiente implementación de una pastura resulta fundamental para asegurar la provisión de pasto de calidad y en abundancia por los siguientes cuatro años.

Sin embargo, el objetivo puede verse amenazado por la presencia de malezas, insectos u hongos, o por hacer las labores en una fecha incorrecta, con poca humedad al momento de la implantación o deficiencias en la densidad de siembra de cada especie integrante de la mezcla, entre otros motivos.

En ese sentido, un factor muy importante a tener en cuenta es la presencia de insectos ya que éstos pueden afectar las pasturas en sus primeros estadíos, con daños que van desde las pérdidas de algunas plantas hasta el deterioro total del cultivo.

Entre los insectos que afectan estos forrajes, tanto a las leguminosas como a las gramíneas, los más importante son los del suelo en el período de germinación-emergencia.

En las primeras etapas, la mayor amenaza está dada por los pulgones (Verde, Azul y Moteado), aunque también se encuentran Trips, Orugas cortadoras y defoliadoras (Isoca de la alfalfa, Medidora u Oruga Militar Tardía), entre otros.

La mejor forma de combatirlos es mediante el manejo integrado de plagas, es decir utilizar todas las técnicas disponibles para mantener la amenaza a niveles inferiores a aquellos que causan daño económico al cultivo. Para eso, hay que considerar el Nivel de Daño Económico (NDE) y el Umbral de Daño Económico (UDE). El primer concepto alude a la densidad poblacional de la plaga en un cultivo, en la cual el costo del control coincide con el beneficio económico esperado del mismo; y el segundo se refiere a la densidad poblacional de la plaga donde el productor debe iniciar la acción de control para evitar que la población sobrepase el NDE.

EN EL LOTE

Teniendo estas nociones en claro, es importante tener en cuenta algunas consideraciones prácticas antes de iniciar la siembra.

El primer paso es comprar semillas curadas, tanto con insecticidas como con fungicidas, lo que asegurará una germinación homogénea y rápida.

También se deben realizar muestreos periódicos para identificar la presencia de insectos en el lote.

Además, es importante hacer el conteo de los insectos y conocer la biología de las especies encontradas y el UDE de cada plaga.

En ese sentido, es importante destacar que los UDE varían según la plaga y el estado del cultivo. Por ejemplo, para las pasturas en crecimiento temprano, si se encuentran entre 3 y 5 pulgones por planta cuando éstas tienen entre 2 y 3 hojas, se debe realizar el control químico. No obstante, estos valores varían por región agroecológia, por lo que siempre, para maximizar la eficiencia y no correr el riesgo de realizar aplicaciones innecesarias, se debe consultar un ingeniero agrónomo matriculado para que indique los valores correctos en su zona.

En tanto, es recomendable realizar el control químico con insecticidas de última generación, y con las dosis y volúmenes de aplicación recomendados en las etiquetas de los productos.

En cuanto a los insecticidas que controlan los pulgones, pueden ser Imidacloprid y Tiametoxam, o los clásicos pero muy eficientes Dimetoato, Mercaptotion, Metamidofós y Metidation.

Estos, como cualquier otro fitosanitario, deben manejarse con cuidado, respetando las indicaciones del membrete en todo momento y aplicando las buenas prácticas agrícolas.

 
Preguntas difíciles, respuestas fáciles

En esta sección queremos dar respuesta a algunas creencias o miedos que equivocadamente se han instalado en la sociedad y que merecen nuestra especial atención. Este espacio tendrá las respuestas de profesionales expertos en el tema como Ingenieros Agrónomos y Médicos Toxicólogos. Acercanos tus dudas enviando un mail a news@casafe.org

¿Qué opinan de la pulverización aérea?

Las pulverizaciones aéreas constituyen una excelente técnica de distribución de productos para la protección de cultivos, que siendo bien realizadas, se equiparan a las aplicaciones terrestres.

Corresponde aclarar que la actividad agroaérea se encuentra absolutamente regulada por la ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE AVIACIÓN CIVIL (ANAC), que los pilotos deben cumplimentar exigentes normativas que incluyen cursos de capacitación en técnicas de aplicación y otras que hacen a sus funciones exclusivas como pilotos.

Sus máquinas están perfectamente identificadas, cosa que no es común en los equipos terrestres. Hoy nuestro país cuenta con aeronaves especialmente destinadas a esta tarea, con características aerodinámicas ya incorporadas en la etapa de diseño que facilitan la operatoria y mejoran la calidad de llegada del producto al blanco.