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Para un almacenamiento responsable de productos fitosanitarios en establecimientos rurales, se deben considerar tres aspectos fundamentales: la ubicación del galpón, su estructura y el correcto manejo de los materiales que se depositan allí.

En lo referente a la ubicación, se recomienda localizar los depósitos a una distancia mínima de 30 metros de viviendas, tanques de combustible y/o corrales de animales.

Otro aspecto importante a considerar es la cercanía a cursos libres o espejos de agua. Evitar ubicar el depósito en zonas inundables, y en lo posible a no menos de 50 metros de distancia de ríos, arroyos, canales o lagunas.

En zonas potencialmente inundables o con la napa freática alta, el nivel del piso debe superar la cota de inundación del área circundante.

A los efectos de dificultar el ingreso de intrusos al recinto, se recomienda la guarda bajo llave y, en lo posible, la instalación de un sistema de alarma electrónica.

Con relación a la estructura del galpón, se debería contar con un piso impermeable y un sistema de ventilación natural. Este último debería estar conformado por rejillas inferiores y aireadores eólicos montados en la cumbrera del depósito, o como alternativa, forzadores para el ingreso de aire.

Para contener los líquidos generados por derrames de los materiales almacenados o por el agua aplicada en caso de un incendio, se requiere de la construcción de un cordón perimetral de, al menos, 15 centímetros de altura.

Si se almacenara un volumen superior a 20 toneladas, se recomienda que las paredes del depósito fueran de material. Se podría utilizar mampostería de ladrillos o de bloques de cemento, con una resistencia al fuego de 90 minutos.

En el caso de estibarse una cantidad inferior, será suficiente con una pared de chapa.

Para el techo del galpón, pueden utilizarse las tradicionales chapas metálicas. En caso de requerir luz, pueden reemplazarse algunas por chapas de policarbonato.

De no ser indispensable, evitar instalar luz eléctrica en el interior del sitio.

Como elemento para atacar el fuego en caso de un principio de incendio, recomendamos disponer de un carro con un matafuego tipo ABC, de 25 kilogramos de capacidad. De acuerdo con la superficie del galpón y las características de los productos almacenados, variará la cantidad de extintores a disponer en el recinto.

Finalmente, en lo concerniente al manejo responsable de los materiales almacenados, se recomienda una adecuada señalización y el correcto uso de los elementos de protección personal.

Entre los carteles que deben colocarse en el exterior del depósito, cerca del portón de ingreso figuran los siguientes:

– Identificatorio de depósito de productos fitosanitarios
– Prohibición de ingerir alimentos y bebidas
– Prohibición de fumar
– Prohibición de acceso a niños y personas ajenas al sitio
– Prohibición de almacenar alimentos y forrajes
– Pictogramas relativos al manejo de los productos y a los elementos de protección personal a utilizarse en el sitio.

Se debe contar con equipos de protección personal, de acuerdo con lo indicado en las etiquetas de los productos almacenados y sus correspondientes “Hojas de Datos de Seguridad”, guardadas alfabéticamente en una carpeta a tal fin. Es conveniente disponer también de una carpeta con las fichas de intervención, para el transporte de los materiales guardados.

De contar con un reducido stock de Fosfuro de Aluminio o de Bromuro de Metilo, tener especial precaución en las condiciones de su almacenamiento y manejo.

En el supuesto de cantidades mayores, contar con un sitio de guarda, por fuera del galpón de agroquímicos.

De almacenarse un volumen importante de productos inflamables, no deben existir en el recinto elementos que puedan generar chispas.

Es imprescindible contar con un botiquín de primeros auxilios y se recomienda disponer de un sistema lavaojos / ducha descontaminante en una zona contigua al área de almacenamiento de los productos.

Es de suma importancia realizar un correcto manejo de los productos fitosanitarios depositados. Para ello, es importante que la manipulación la realicen operarios entrenados para este fin. También debe llevarse un exhaustivo control de los materiales que ingresan y los que salen del depósito, controlando tanto el estado físico de los envases contenedores como la fecha de vencimiento de manera tal de asegurarse que primero se utilizarán los productos o lotes que primero expiran y luego los de fecha de vencimiento posteriores.

El mayor cumplimiento de los puntos mencionados permitirá un manejo más responsable de un depósito de productos fitosanitarios en un establecimiento rural, disminuyendo de manera significativa el riesgo de que se produzcan accidentes en el mismo y, por ende, la probabilidad de generar inconvenientes a la salud de los trabajadores y del ambiente.