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CONGRESO NACIONAL DE FITOSANITARIOS

No se trata de hacer declamaciones vacías. Lo que vale es poner en práctica la voluntad de producir bien, responsablemente, en un esfuerzo colaborativo que involucre a todos los actores, que estén dispuestos a llevar a nuestra producción rural a lo más alto. Eso significó el primer Congreso Nacional de Fitosanitarios que se llevó a cabo en la provincia de Salta, y que organizaron Casafe, el Inta y el Ministerio de Agroindustria de la Nación.

El martes 14 y el miércoles 15 de noviembre pasados tuvo lugar este encuentro, físico y virtual, de más de 800 personas, en el que se habló mucho sobre las buenas prácticas agrícolas y el uso responsable de agroquímicos. Más de treinta disertantes brindaron sus perspectivas sobre una problemática fundamental para la producción agrícola argentina, ante la mirada atenta de estudiantes, profesionales agrónomos, empresarios, aplicadores y productores, que participaron con avidez de los sucesivos paneles y actividades del Congreso.

El ingeniero agrónomo Luis Urriza, subsecretario de Agricultura del Ministerio de Agroindustria de la Nación; su colega Bruno Baldi, Director de la Estación Experimental Inta Cerrillos, de Salta; y el subsecretario de producción de Jujuy, el ingeniero agrónomo Hernán De Arriba Zerpa, participaron de la charla inaugural.

Urriza explicó: “El sistema productivo de la agricultura argentina tiene que ser líder en el mundo. Con el uso de fitosanitarios junto a la ciencia orientada a la producción le da una solidez al sistema productivo argentino difícil de encontrar en el mundo. Es una oportunidad y un desafío para ser el supermercado del mundo, como dice el Presidente, sino liderar estos procesos. Los productos fitosanitarios son una herramienta importante en esta tarea y la clave son las buenas prácticas agrícolas. Y creemos que la Argentina tiene mucho para decir”. A su turno, Baldi destacó el trabajo conjunto entre los sectores público y privado en la organización.

En su bienvenida, el licenciado Federico Landgraf, director ejecutivo de Casafe, destacó al INTA y al Ministerio de Agroindustria como dos actores fundamentales a la hora de dialogar sobre la implementación de las buenas prácticas agrícolas, que “requieren de un esfuerzo conjunto, y de profundizar en la capacitación y desarrollo de este tipo de jornadas”.

Los especialistas del área también tuvieron su momento en el Congreso.

“Los fitosanitarios, si bien son cuestionados por la sociedad en general, cumplen un papel importantísimo en nuestra vida social. Nos permiten incrementar notoriamente los rendimientos de los cultivos, nos permiten reducir los costos, y por lo tanto que los alimentos puedan llegar de una manera mucho más masiva al público en general, no sólo de la Argentina, sino también del mundo”, explicó el ingeniero agrónomo Ramiro Cid, al explicar las motivaciones del Congreso.

A su turno, su colega Eduardo Moavro explicó que “Tal como conocemos muchos, se producen desvíos de los postulados de manejo responsable, de las buenas prácticas agrícolas y esto lo vemos cotidianamente. Pero tenemos una noticia para dar: El contexto ha cambiado, y detrás de todo esto está la percepción y la sensibilidad social.” Para el profesional, hoy es inconcebible que la agenda pública ignore una mala aplicación de fitosanitarios. “Como sector, nos interpela saber cómo hemos hecho las cosas hasta aquí, y debemos reflexionar al respecto, y a partir de esa reflexión, pasar a la acción, pensando cómo vamos a hacer las cosas de cara al futuro”.

Para Federico Elorza, coordinador técnico de Casafe, el Congreso fue una oportunidad para poner en práctica las buenas prácticas agrícolas y comenzar una producción responsable. “Esto lo conseguiremos trabajando juntos, para llegar a distintos sectores,.” El ingeniero agrónomo destacó también que otro eje del trabajo pasa por los aspectos legales. “Mientras trabajamos por una ley nacional, nos encontramos con una heterogeneidad de normativas enorme a nivel provincial y municipal, que son totalmente distintas unas de otras sin una base científica clara”.

Entre los cuatro paneles que se desarrollaron en el Congreso, concitó gran interés el primero, que se refirió a Fitosanitarios y Salud. El médico toxicólogo Alexis Benatti, representante del centro “Toxicología, Asesoramiento y Servicios” (T.A.S.), se refirió a las estadísticas toxicológicas.

Según el médico, el Instituto de Toxicología tuvo en 2016 un número de 4938 consultas, y de ese total, un 41 por ciento correspondieron a medicamentos. Un 20 por ciento de las llamadas estaba relacionado con productos del hogar o entretenimientos; un 9 por ciento, con productos industriales; y un 12 por ciento, con consultas sobre plaguicidas.

“Dentro de esos plaguicidas tenemos los de tipo agrícola o fitosanitarios, y los domésticos o domisanitarios”, explicó Benatti. Y continuó: “Dentro de ese 12 por ciento de consultas que tuvimos por plaguicidas, el 74 por ciento correspondió a plaguicidas domésticos, y sólo el 26 por ciento de las consultas fueron por productos fitosanitarios”.

Esto significa, en términos llanos, que sobre el total de consultas que recibió el centro toxicológico el año pasado, sólo el 3,12 por ciento se relacionó con productos fitosanitarios.

Más adelante, el médico revisó la supuesta incidencia de los productos fitosanitarios en enfermedades, como malformaciones congénitas y tumores, y no encontró relación alguna entre el número de casos, que sigue los patrones internacionales, y el uso de agroquímicos. “Las patologías crónicas tienen una muy baja incidencia en consultas, y las intoxicaciones con domisanitarios son tres veces más frecuentes que con fitosanitarios, y afectan principalmente a niños”.

En cuanto a casos de exposiciones a los productos a nivel laboral, el médico estableció que “se producen casos leves o moderados, por exposición de mucosas, por piel y por vía inhalatoria.” Finalmente, estableció que los casos graves o fatales corresponden a personas que ingirieron el producto por error, o con la intención de suicidarse.

La doctora Mirta Ryczel, también médica toxicóloga, habló sobre Fitosanitarios y Salud. En su exposición, la especialista señaló: “La realidad es ésta: Si hablamos desde el inicio sobre el tema del glifosato, que es el producto que más se denuncia, la OMS pidió varios relevamientos sobre el tema y ninguno de estos estudios demostraron que el glifosato sea cancerígeno, ni que genere malformaciones congénitas, ni trastornos en la fertilidad ni en la genitalidad masculina, por lo cual uno dice que podemos quedarnos mucho más tranquilos”, explicó.

En esa misma línea de gran interés, hubo un segundo panel sobre buenas prácticas agrícolas en el uso de fitosanitarios, en el cual se destacaron algunas herramientas clave para hacer un manejo adecuado de los productos; un tercero sobre legislaciones, en el que se compartió la visión del Consejo Federal Fitosanitarios respecto a las cuestiones normativa referentes a estos productos, a la nueva ley de envases al registro de productos en el Senasa. Por último, se destacaron algunas experiencias de implementación de buenas prácticas agrícolas.

Al día siguiente hubo una atractiva muestra a campo en la Estación Experimental Inta Cerillos, a la que asistieron más de 200 personas, donde se pusieron en práctica todos los conceptos que se habían desarrollado el día anterior en el manejo responsable de fitosanitarios.

La actividad siguió un circuito didáctico con las siguientes estaciones:

– Camas biológicas (que tiene como fin contener derrames en la zona de carga, para evitar contaminaciones);
– Tecnologías de aplicación (donde se explicaron las características de las maquinarias para obtener un tamaño de gota adecuado para los distintos momentos de aplicación aérea y terrestre);
– Equipo de protección personal y de lectura de etiquetas;
– Triple lavado -y lavado a presión- de los envases, y Norma IRAM 14130 (que desarrolla las buenas prácticas para labores agrícolas enfocado en empresas de pulverización).

Finalmente, se realizó una dinámica a campo para mostrar el tamaño de gota en base a distintas pastillas de pulverización, y a continuación se hizo una demostración de deriva de aplicación, tanto terrestre como aérea. Fue una ocasión extraordinaria para compartir un punto de partida consistente en una producción limpia basada en las buenas prácticas agrícolas.