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NOTA TÉCNICA

El uso responsable de los productos fitosanitarios mediante buenas prácticas agrícolas, comenzará por comprarlos con la correspondiente receta fitosanitaria, y debe continuar hasta la correcta gestión de los envases vacíos, lavados e inutilizados, para su posterior envío hacia centros de acopio, recicladores u operadores de disposición final.

Muchas veces surge la inquietud sobre cuál sería el mejor lugar para realizar el lavado de la pulverizadora o para preparar la mezcla, ya que en ambas situaciones existe el riesgo que se produzcan derrames de volúmenes altos de producto.

Una alternativa que se plantea para el manejo o mitigación de estos riesgos es la utilización de camas biológicas, también conocidas como “biobeds”. Éstas constituyen un sistema que favorece el crecimiento de microorganismos que degradan biológicamente a los plaguicidas antes de que lleguen al suelo, al agua superficial o a la subterránea.

La construcción del sistema es factor vital para su correcto funcionamiento. En primer lugar se debe realizar un agujero de 60 cm de profundidad, para luego colocar una capa de arcilla de 5 cm de espesor en el fondo y en los bordes del mismo. Esta capa permite disminuir la percolación, y retiene el líquido vertido en la cama biológica. En algunos casos se utiliza una capa plástica de 200 micrones, pero el uso de la misma depende del tipo de suelo.

Posteriormente, se deberá rellenar el resto del hoyo con una mezcla de paja (rastrojo de maíz, trigo o arroz) picada a un tamaño no mayor a 3 cm; suelo superficial y broza (hojas, ramas, cortezas) en una proporción de 50-25-25 respectivamente. Se Recomienda dejarla en reposo por un mes antes de comenzar a utilizarla.

Por último, el sustrato deberá cubrirse con un colchón de grama o césped, el cual permite afirmar la superficie. Es importante que ésta se re-siembre cada año. En cuanto al sustrato, el mismo tiene una duración de 5 años aproximadamente, por lo cual luego de este periodo es necesario su recambio. Deberá colocarse en una bolsa impermeable y mantenerse allí durante 8 meses para permitir que los residuos preexistentes sean totalmente degradados; luego podrá incorporarse al suelo sin mayores inconvenientes.

Respecto del diseño, el largo del mismo dependerá de la cantidad de líquido que se verterá en la cama por campaña de aplicación (teniendo en cuenta la frecuencia de aplicación semanal y la duración de la temporada de aplicación). Al respecto se recomienda una relación 2:1 entre tamaño de la ”biobed” o biomasa contenida y volumen de líquido vertido.

El ancho de la maquinaria que se utilizará también juega un rol importante ya que definirá el ancho de la cama. Conociendo este ancho y teniendo en cuenta que la profundidad será de 60 centímetros, se podrá calcular el largo necesario a partir de la siguiente ecuación:

L = (2*Vol)/ (A x P)

Siendo L: largo de la cama (m)
Vol: volumen vertido a la cama (m3)
A: ancho de la maquinaria (m)
P: profundidad de la cama (m)

Existen otros tipos de camas biológicas, pero ninguna se adapta mejor al tipo de agricultura extensiva que se desarrolla en una gran parte de nuestro país y que requiere la mayor demanda de producto fitosanitario.

Un aspecto importante para evitar el deterioro de la cama es que la misma se encuentre recubierta de las lluvias mediante un techo de nylon o plástico cuando ocurran precipitaciones. Asimismo se recomienda ubicarla en zonas del terreno elevadas a fin de evitar que se encharque o inunde.

En este sentido el contenido de humedad es también importante para su correcto funcionamiento, ya que permite que se genere la actividad biológica que se precisa. Por lo tanto, ésta deberá encontrarse entre el 60 y el 90 por ciento.

Es importante destacar que mientras los productos fitosanitarios se apliquen de manera correcta y se respeten las dosis que indican las etiquetas, no generarán ningún tipo de riesgo para la salud de las personas y el ambiente. Sin embargo, en condiciones donde se manejan altas cantidades de productos concentrado, o al momento de lavado de la maquinaria, o en el instante de preparación de la mezcla, la utilización de camas biológicas constituye una herramienta sencilla y fácil de implementar que permite asegurar el correcto manejo de los excedentes de mezcla o lavado y minimiza los riesgos de su manipulación.