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A partir de enero de 2021 las BPA serán obligatorias para la producción hortícola argentina. Las capacitaciones se imponen como la herramienta para saber qué hacer y cómo.

En Argentina se producen cerca de 10 millones de toneladas de hortalizas frescas por año y según el último informe del INDEC sobre el Intercambio Comercial Argentino, sólo en el primer trimestre de 2019 el sector generó más de 165 millones de dólares de ingresos por exportaciones.

Las variedades más cultivadas son: papa, tomate, cebolla, batata, zapallo, zanahoria, lechuga, poroto, ajo, acelga, mandioca, zapallito, sandía, melón, choclo, berenjena y pimiento (con el 85% de la producción nacional), según datos del Senasa.

A mediados de 2018, la Secretaría de Agroindustria de la Nación comunicó que las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) serán obligatorias desde enero de 2020 para la producción frutícola, y a partir de 2021 para la hortícola.

La Ing. Amanda Fuxman de la Coordinación de Gestión de Proyectos Agroalimentarios de la Secretaría de Agroindustria, detalló que «La obligatoriedad nos asegura que, a través de las BPA, el alimento llegue inocuo a la boca del consumidor. La norma aprobada (Resolución Conjunta N°5/2018) se logró gracias al trabajo en equipo entre la Secretaría de Agroindustria y la Secretaria de Salud de la Nación, la Comisión Nacional de Alimentos, el Senasa como órgano fiscalizador y de control, y el INTA, como instituto de investigación y extensión».

La Resolución Conjunta N°5/2018 contempla requisitos mínimos de higiene e inocuidad, documentación obligatoria para asegurar la trazabilidad, uso seguro y responsable de productos fitosanitarios junto a su control de envases, uso racional y seguro del agua, correcta manipulación de las frutas y hortalizas, y uso seguro de fertilizantes orgánicos y enmiendas. Otro de los puntos más relevantes se vincula con la asistencia técnico profesional para asesorar en la implementación de las BPA.

Poniendo foco en los productos fitosanitarios, sólo deben utilizarse los productos registrados en el SENASA, en sus envases originales, en los cultivos indicados, y seguir las recomendaciones de uso de la etiqueta. Además, estos se deben almacenar en un depósito específico bajo llave. Respecto de los envases vacíos, se debe cumplir con la Ley 27.279 que establece las técnicas del triple lavado o lavado a presión de los envases y su traslado a un centro de acopio.

Primero hay que entender para poder hacer

 

La capacitación en BPA para la producción frutícola y hortícola es obligatoria y virtual. «Es una formación de formadores que otorga un certificado oficial habilitante, y permite capacitar a otros productores. Una vez que esos formadores ya están habilitados, pueden enseñarles a los implementadores cómo hacer su trabajo, que es el de ejecutar la norma, visitando los establecimientos de los productores para ver qué se cumple y qué no», explicó.

La dinámica de las capacitaciones tiene previsto realizar talleres prácticos, que ya comenzaron a ejecutarse. Los primeros se realizaron en Buenos Aires y en Corrientes. «La ayuda de Casafe es invalorable y esencial para poder llevar a cabo todo el programa de capacitaciones. Ellos son los que se encargan de demostrar a campo y hacer práctico cada paso de lo que el productor debe saber para adoptar las BPA«, amplió Amanda.

«Una vez finalizado todo el proceso de capacitación, el implementador va a controlar que el productor esté respetando las BPA. Si los procedimientos son los correctos, se envía toda la información a la Secretaría de Agroindustria y se vuelve a inscribir al agricultor con el RENSPA (Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios) y todos los datos del establecimiento», aseguró Fuxman.

Los implementadores pueden ser tanto públicos como privados, siempre y cuando se inscriban como tales en la Secretaría de Agroindustria. Los únicos que no pueden alcanzar esta categoría son los miembros del Senasa, ya que no puede ser juez y parte.

La horticultura es una de las producciones más importantes de nuestro país y el compromiso de quienes trabajan en ella a lo largo del territorio, es necesario para transformar las BPA en una realidad y lograr una agricultura sostenible.